Grupo Arias
¡CUIDADO! Fíjate bien a dónde se va el dinero de tu negocio.
Al igual que sucede en nuestras finanzas personales, mucha gente no sabe cómo o hacia dónde se va el dinero de su negocio.

Esto desafortunadamente ocurre con demasiada frecuencia. Hay tres razones principales por lo que esto sucede, y que además son la causa de que más de la mitad de los negocios no sobrevivan después de los dos primeros años:
No hicieron un plan de negocios – el cual nos ayuda a tener una idea de si cómo podría funcionar nuestro negocio, antes de ponerlo.
No llevan una buena contabilidad – lo cual es importante para entender los ingresos y gastos del negocio, cómo se genera la utilidad y cuál es la posición financiera de la empresa. Esto además nos permite poder tomar las decisiones adecuadas.
Mezclan su propio dinero con el de su negocio. Gastan el dinero que da el negocio para ellos, o adquieren deudas personales para que el negocio salga adelante. Este es uno de los errores más comunes porque no nos permite ver en realidad cómo van las cosas, o si nuestra empresa es auto-suficiente. Por otro lado, también hace que la gente se endeude demasiado y termine en una situación muy comprometida de la cual tardarán muchos años en salir.
Hacer estados financieros para tu negocio es muy importante porque es precisamente lo que te permitiría conocer con claridad dónde se va el dinero, y tener una idea de qué necesitarías hacer para mejorar tus ganancias.
Tal vez tu negocio apenas está generando el dinero suficiente para pagar los gastos que genera, pero no te está dejando una utilidad. O bien, puede ser que tu margen sea casi cero.
Esto te pone en una situación peligrosa porque podría darse el caso de que algún día vendas menos y entonces tus ingresos no te alcancen para pagar tus gastos (deudas).
Por eso es importante que realices estados financieros. Hay dos que son muy básicos, y es además fácil elaborarlos:
El balance general es una lista de tus activos (lo que tienes y las cuentas por cobrar) y tus pasivos (las deudas de tu negocio). Eso te puede ayudar a diagnosticar si tu negocio tiene demasiadas deudas y por ello todo el dinero se va en pagarlas.
El estado de resultados, o de flujo de efectivo, es listar por un lado tus ingresos (tus ventas) y por otro tus gastos (renta, empleados, el costo de la mercancía, pago de deudas, etc.). La resta entre estos dos conceptos es tu utilidad. Pero además te permite visualizar dónde se está yendo el dinero de tu negocio.
Ahora bien, al principio la utilidad de un negocio no debe servir para ti, sino para hacer el negocio crecer. Muchas veces los emprendedores olvidan esto y piensan que sacarán utilidades desde un principio y vivirán de esas utilidades, pero en la mayoría de los casos, esto no es cierto.
Un negocio es como una planta: necesita crecer antes de poder dar sus frutos. Y para ello se necesita paciencia pero también cuidados constantes. Al principio, hay que regarla, ponerle abono, es decir: nos genera gastos por varios meses antes de que tenga el tamaño suficiente para poder rendir frutos.
De hecho lo mejor que puedes hacer es no vivir de las utilidades del negocio, sino asignarte un salario como si fueras un empleado. Para mantener el dinero de tu negocio, y las ganancias que genera, de manera separada a tu dinero personal.
¿Qué tan grande ese salario? Depende de la situación que puedas determinar en tus estados financieros. En un principio debe ser muy mínimo para que salgas con los gastos y además puedas lograr que las deudas del negocio disminuyan. A medida que tu negocio crece podrás también aumentarlo. Sin embargo, como cualquier otro gasto, siempre será importante mantenerlo bajo control.
-