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Los distintos tipos de valor para empresas.


El precio es tan relativo como el valor que le demos a la cosa, lo único cierto es la fuerza del mercado en un momento determinado. Esto quiere decir que el precio real de la empresa es lo que el mercado o potenciales compradores estén dispuestos a pagar por ella en un momento determinado. Hay que tener muy claro que el negocio está en la compra no en la venta. Pero igualmente puede serlo el saber salir en el momento adecuado.

Valor contable

Se entiende que el valor de la empresa es el valor del patrimonio neto contable del balance de la empresa, es decir, el ajuste necesario para que las dos partidas del balance (activos – pasivos) estuvieran en equilibro. Los activos son aquellos bienes, derechos y otros recursos controlados económicamente por la empresa, resultantes de sucesos pasados, de los que es probable que la empresa obtenga beneficios económicos en el futuro. Los pasivos son las obligaciones actuales surgidas como consecuencia de sucesos pasados, cuya extinción es probable que dé lugar a una disminución de recursos que puedan producir beneficios económicos. A estos efectos, se entienden incluidas las provisiones. El patrimonio neto constituye la parte residual de los activos de la empresa, una vez deducidos todos sus pasivos. Incluye:

  • Las aportaciones realizadas, ya sea en el momento de la constitución o en otros posteriores, por los socios o propietarios, que no tengan la consideración de pasivos,

  • Los resultados acumulados u otras variaciones de interés.

El valor contable, o en libros, es el importe neto por el que un activo o un pasivo se encuentra registrado en el balance una vez deducida, en el caso de los activos, su amortización acumulada y cualquier corrección valorativa por deterioro acumulada que se haya registrado. Dicho de otra manera, es lo que se conoce como recursos propios. Determina de una manera sencilla y simple un valor de partida de cualquier empresa con un criterio comparable con cualquier otra bajo el mismo sistema de plan contable.

Valor contable ajustado

Este método va a tratar de ajustar el importe calculado, según las normas contables, al valor de mercado. En el ámbito contable el valor de mercado se asimila al concepto denominado “valor razonable”. Según el Marco Conceptual del PGC el “valor razonable” es el importe por el que puede ser intercambiado un activo o liquidado un pasivo, entre partes interesadas y debidamente informadas, que realicen una transacción en condiciones de independencia mutua.

El valor razonable se determinará sin deducir los costes de transacción en los que pudiera incurrirse en su enajenación. No tendrá en ningún caso el carácter de valor razonable el que sea resultado de una transacción forzada, urgente o como consecuencia de una situación de liquidación involuntaria.

Valor de liquidación

Para comprender este valor, no debe olvidar que el Marco Conceptual de la Contabilidad incluido en la primera parte del PGC y del PGCPYMES establece explícitamente que la contabilidad de la empresa y, en especial, el registro y la valoración de los elementos de las cuentas anuales, se desarrollarán aplicando, entre otros, el “principio de empresa en funcionamiento“. Por la aplicación de este principio se considerará, salvo prueba en contrario, que la gestión de la empresa continuará en un futuro previsible, por lo que la aplicación de los principios y criterios contables no tiene el propósito de determinar el valor del patrimonio neto a efectos de su transmisión global o parcial, ni el importe resultante en caso de liquidación.

En conclusión, y sólo para aquellos casos en los que no resulte de aplicación este principio porque la intención es la de la liquidación de la empresa, se aplicarán las normas de valoración que resulten más adecuadas para reflejar la imagen fiel de las operaciones tendentes a:

  • Realizar el activo.

  • Cancelar las deudas.

  • O llegado el caso, repartir el patrimonio neto de liquidación resultante.

Con lo que se pueda sacar de la realización de los activos se han de cancelar las deudas y los costes del propio proceso liquidador. Lo que quede, el patrimonio neto de liquidación, se podrá repartir entre los propietarios. Lo normal es que el valor de liquidación sea el límite inferior del rango de valores estimables.

Valor sustancial

El valor sustancial de una empresa es el importe de la inversión que debería efectuarse para constituir otra en idénticas condiciones a la que se está valorando. Es también conocido como la barrera de entrada. Aquí deberíamos considerar el coste de homologaciones o certificaciones para un determinado negocio, así como las patentes o marcas necesarias. Si recurre a este tipo de valoración debe tener en cuenta las siguientes consideraciones:

  • Los elementos se valoran bajo el supuesto de aplicación del principio de empresa en funcionamiento; es decir, no se trata de hallar valores de liquidación.

  • Sólo se valoran aquéllos elementos necesarios para la explotación.

  • El valor más apropiado a utilizar es el precio de reposición. El precio de reposición es el importe que tendríamos que satisfacer para adquirir los elementos en cuestión en el mercado. En caso de no existir mercado de dichos elementos, el precio de reposición sería el precio de aquéllos elementos sustitutivos de los que estamos valorando.

  • En cuanto a los pasivos, solo se tienen en consideración aquéllos pasivos exigibles derivados de la explotación (proveedores, acreedores por prestación de servicios, etc.)

Por lo tanto, teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, tenemos que:

  • Valor sustancial bruto = Precio de reposición de los activos afectos a la explotación

  • Valor sustancial neto = Valor sustancial bruto – Pasivos exigibles afectos a la explotación

  • Valor sustancial neto reducido = Valor sustancial bruto – Pasivos exigibles sin coste


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